Albères
El mural 'Albères' de Béatriz Garrigo es una obra majestuosa que captura la
belleza serena y salvaje de la cadena de colinas de los Albères. Pintado en dos
paneles, despliega un panorama encantador donde los colores y las formas se
mezclan para crear una impresión de armonía natural y tranquilidad. El mural
está dominado por tonos profundos de púrpura y azul que evocan las cimas de las
colinas, bañadas en una luz suave y misteriosa. Estos tonos oscuros contrastan
con los toques luminosos de verde, dorado y rosa que pueblan el paisaje más
bajo, sugiriendo una vegetación exuberante y una floración colorida. La textura
del pincel, tanto libre como expresiva, da vida a los árboles, rocas y praderas,
creando una sensación de movimiento y vitalidad. En primer plano, dos caballos
se destacan, dibujados con una simplicidad elegante. Uno se encuentra solo en la
primera parte del mural, mientras que en la segunda, otro caballo está
acompañado por su potrillo, añadiendo una dimensión de ternura y continuidad a
la escena. Estas figuras animales aportan una presencia viva y anclan el paisaje
en una realidad tangible. Los elementos naturales están pintados con una
libertad artística que insinúa las formas sin definirlas estrictamente, evocando
así el espíritu salvaje e indomable de las colinas. Las pinceladas, a veces
fluidas, a veces vigorosas, crean texturas variadas que enriquecen la superficie
pictórica y capturan los juegos de luz y sombra en el paisaje. 'Albères' es una
oda visual a la naturaleza, una invitación a contemplar el esplendor tranquilo
de las colinas y perderse en la contemplación de su belleza intemporal. A través
de este mural, Béatriz Garrigo nos ofrece una visión poética y emotiva de este
paisaje, donde cada color y cada forma participan en la creación de una pintura
vibrante de vida y serenidad.